domingo, 5 de junio de 2016

Probablemente - Ana López / Me siento mucho mejor - Charly García

Llegué al Charly en vivo con Filosofía barata y zapatos de goma. A tiempo, puede decirse. Incluso justo a tiempo.
Lo había escuchado bastante en discos de mi padre, pero llegar a Charly por mis propios medios y por mis propios amigos era otra historia. Ese año, 1990, lo vi por primera vez en el Gran Rex en una serie de recitales que se recuerdan por el tipo que subió al escenario con un arma que finalmente resultó de juguete y que yo recuerdo por Fabiana Cantilo bajando por las escaleras laterales vestida de novia para cantar “Siempre puedes olvidar”.
No sé cuál era mi tema preferido de ese disco, pero seguro que no “Me siento mucho mejor”, que encima era un cover de The Byrds. Yo tenía el fundamentalismo de los 17 y un cover era algo siempre de segunda categoría.
Así que fue después. Fue un mediodía de sábado de tres o cuatro años más tarde. Mi mejor amiga acababa de separarse y yo la había acompañado a llevarse sus cosas del PH de la calle Bonpland donde vivía con su novia. Era la primera separación donde la apuesta hubiese llegado a techo compartido que a mí me tocaba vivir de cerca y yo nunca la había visto tan triste. Metimos su ropa y algunas otras cosas en unas bolsas de consorcio verdes que se desfondaban y las subimos al Renault 12 celeste que su mamá le había prestado. Después, por alguna razón, teníamos que ir a Merlo, creo que a buscar a mi novio que trabajaba ahí los sábados a la mañana. Y se había hecho tarde muy tarde. Mi amiga buscó el acceso oeste y aceleró. Yo traté de hacer un chiste pero ella se mantuvo impenetrable. Era un mundo sin celulares y sin manera de avisar lo atrasadas que estábamos. El Renault 12 era autopista, velocidad y silencio.  Entonces yo prendí la radio y sonó Charly: “Cuando tenías que estar te echaste a correr”. Era tarde, cada vez más tarde. Y mi amiga aceleró y aceleró y subió tanto el volumen y cantamos las dos a los gritos: “Me siento mucho más fuerte sin tu amor”.
Con los años y las separaciones el tema se convirtió en el hit de la playlist de canciones de desamor, una especie de comodín que suena todo lo fuerte que sea posible y que sirve para conjurar la desatención, la traición, el abandono casi en la misma medida. Como si fueran la misma cosa.
A tiempo pero tarde, seguí yendo a los recitales de Charly y le perdoné todo o casi todo, como se hace con los que te dan más de lo que te quitan. Las últimas veces que lo vi tocar el tema en vivo le agregó el “probablemente” que está en la versión original de los Byrds: “probablemente me siento mucho más fuerte sin tu amor”.
Para entonces yo ya había cambiado mi opinión sobre los covers.
Ana López


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